PANORAMA DEL DESARROLLO DE LA ENERGÍA NUCLEAR EN LATINO AMÉRICA Y LA ESTRATEGIA RUSA

En América
Latina, Argentina, México y Brasil no fueron indiferentes a estas iniciativas y
establecieron organizaciones gubernamentales para explorar el desarrollo de la energía nuclear.
Así, de los 450
reactores nucleares que hay en todo el mundo, siete están en América Latina. El
primero fue instalado en 1974 en Argentina, que hoy tiene tres en total (y
planea un cuarto). Lo siguió Brasil en 1985, ahora con un segundo reactor en
operación y un tercero en construcción, y México en 1990, con una segunda
planta en operación.
La restante
planta nuclear brasileña, Angra III, para generación eléctrica –que se espera
produzca 1405 megawatts, un poco más del uno por ciento de las necesidades del
país– comenzó a construirse en 1984 y desde entonces ha visto su construcción
interrumpida muchas veces. Desde 2015 no se construye más, con el 60 por ciento
de la planta concluida.
Otro proyecto
con cronograma retrasado es el Reactor Multi Propósito (RMB) para la
investigación y producción de radioisótopos, conocido así por producir
elementos nucleares para múltiples finalidades y el primero de su tipo en
Brasil, estará equipado para la investigación y para la producción de los
radioisótopos y de otras fuentes radiactivas usadas en las áreas industrial,
agrícola, energética y ambiental, así como en investigaciones y desarrollo de
materiales.
El equipo es
fundamental para la producción de radiofármacos, los fármacos que en su
composición cuentan con elementos radiactivos (radioisótopos) y que son
utilizados para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades.
La empresa
argentina Invap será la responsable por el desarrollo del proyecto básico de
los equipos y sistemas nucleares del Reactor Multipropósito Brasileño (RMB), el
equipo con el que Brasil pretende garantizar su autosuficiencia en la
producción de radioisótopos. Invap es la empresa estatal argentina, radicada en
Bariloche, que exportó reactores de investigación a Perú, Argelia, Egipto y
Australia.
Argentina suma
varios logros internacionales en el campo nuclear: en 1957 fabricó el RA-1, el
primer reactor de investigación del hemisferio sur; en 1974 inauguró Atucha I,
la primera central nuclear de América Latina; y exporta reactores de
investigación desde en 1978.
Además, logró
convertirse en uno de los 11 países del mundo que dominan el ciclo de
combustible, es decir desde la extracción de uranio que luego se procesa y
convierte en combustible del reactor hasta el almacenamiento del combustible
gastado. Y desde 1983 es autónoma en la fabricación de elementos combustibles
nucleares para sus centrales.
No es pues
casual que Argentina se haya transformado en el líder de la energía nuclear en
América Latina.
Argentina tiene
tres reactores nucleares en funcionamiento, que generan alrededor del 5% de su
electricidad.
Atucha 1, de reactor
de tecnología alemana Siemens de agua pesada a presión de 367 MW (PHWR), entró
en servicio comercial en 1974.
Actualmente
funciona con combustible de uranio ligeramente enriquecido (0,9%), lo que ha
reducido los costos operativos de la unidad en un 40%. Atucha 1 tiene licencia
para operar hasta 2024.
Atucha 2, un
PHWR de 745 MW, ordenado en 1979, era un diseño alemán de KWU-SIEMENS y una
versión más grande de la primera unidad, cuya construcción comenzó en 1981.
Sin embargo, la
falta de fondos causó demoras y el trabajo se suspendió en 1994 cuando la
planta estaba completa en un 81%. El proyecto resucitó en agosto de 2006, con
el trabajo completado en septiembre de 2011, y la unidad entró en operación
comercial en 2016.
La tercera
unidad de Argentina es una PHWR de 683 MW, reactor canadiense CANDU, en
Embalse, ubicada en el centro del país. En 2019, Embalse reanudó la operación
comercial después de un programa de actualización y renovación de tres años,
que extendió la vida útil del reactor por 30 años adicionales.
Por su parte, Argentina
está construyendo un pequeño reactor modular de diseño nacional, CAREM 25,
inicialmente programado para su puesta en marcha en 2017, pero ahora retrasado,
mucho más ahora que la pandemia del COVID-19 ha postergado la mayor parte de
las actividades productivas.
Argentina también
está en negociaciones con la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) y con
Rusia para la posible construcción de una futura planta de energía nuclear.
Por su parte, Brasil
tiene dos reactores en funcionamiento en la central nuclear de Angra, ubicada
entre Sao Paulo y Río de Janeiro. Juntos, los dos reactores producen alrededor
del 2,7% de la electricidad de Brasil.
Angra 1, un
reactor de agua a presión de 657 MW, comenzó a operar comercialmente en
diciembre de 1984. La licencia de operación de la planta expira en 2024, y
Eletronuclear ya comenzó a trabajar en la extensión de la vida útil de la
planta y la renovación de la licencia.
Angra 2, un PWR
de 1357 MW, entró en operación comercial en 2001.
La finalización
del reactor Angra 3, un gemelo de Angra 2 que comenzó la construcción en 1983,
pero nunca se terminó, depende de encontrar un socio internacional para invertir
en la finalización del reactor.
Se espera que el acabado de Angra 3 requiera 3.700 millones de dólares, además de los 2.200
millones de dólares ya gastados. Actualmente el trabajo en el sitio está
suspendido.
Sin embargo,
Eletronuclear está en tratativas para completar la planta Angra 3, buscando
asociarse con la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC), el EDF de
Francia o la Rosatom de Rusia.
Más allá de
Angra 3, Brasil planea aumentar su capacidad nuclear con dos sitios potenciales
para futuras plantas ya identificadas en el estado nororiental de Pernambuco y
el estado sudoriental de Minas Gerais.
En ese sentido, Brasil ha estado trabajando en la reanudación de la
producción de su única mina de uranio, Caetité, en un intento por renovar el sector
de energía nuclear del país.
Por otra parte,
México se ha estado enfocando en la extensión de vida de planta nuclear los
reactores de Laguna Verde.
Laguna Verde
comprende dos reactores de agua de ebullición General Electric de 805
megavatios (MWe), que entraron en operación comercial en 1990 y 1995, y
proporcionan el 4% de la electricidad de México.
La planta es
operada por la estatal Comision Federal de Electricidad (CFE), que ya ha
preparado y presentado una solicitud de renovación de licencia a la Comisión
Nacional de Seguridad y Salvaguardias Nucleares solicitando una extensión de
por vida de 30 años de las dos unidades.
Una misión de
revisión de los aspectos de seguridad de la Agencia Internacional de Energía Atómica de la operación a largo plazo, completada a
principios de 2019, identificó un buen desempeño en la planta e hizo una serie
de recomendaciones para mejorar aún más la seguridad de LTO. Una misión de
seguimiento está programada para 2021.
Existe cierto
apoyo del gobierno para expandir la energía nuclear en México para reducir la dependencia del gas
natural, pero los bajos precios recientes del gas han eclipsado esto.
Rusia en el
futuro de la energía nuclear latinoamericana
Rusia, a través
de Rosatom, está desarrollando una carpeta relacionada con la energía nuclear
para dotar a países de esta región de plantas nucleares tanto para fines
medicinales y la producción de radioisótopos como plantas para la purificación
de alimentos. Pero la carpeta no queda ahí, pues se ha incluido el explorar
soluciones al problema del agua potable, usando tecnología nuclear en proyectos
para desalinizacion de agua marina.
Asimismo, a pesar
que es una de las principales regiones productoras de energía hidroeléctrica, algunas naciones de América Latina están
buscando introducir energía nuclear para producir electricidad.
Chile, por
ejemplo, que depende principalmente de combustibles fósiles y energía hidroeléctrica para la producción de electricidad, ha estado
considerando un programa de energía nuclear desde 2007.
Se están
realizando estudios y, según la Agencia Internacional de Energía Atómica, la opción de energía nuclear se considerará nuevamente en 2020 cuando se
revise la política energética del país.
El año pasado,
la Rosatom America Latina de Rusia, parte de la Red Internacional Rosatom,
firmó un memorando de entendimiento para promover la cooperación en los
sectores nuclear y de litio en Chile.
Rosatom también
firmó un acuerdo con Paraguay en 2016 para desarrollar infraestructura de
energía nuclear en el país.
El acuerdo cubre
la aplicación de radioisótopos y tecnología de radiación; seguridad nuclear y
radiológica; y desarrollo de programas de sensibilización del público sobre
tecnologías nucleares.
También se
espera la construcción de un centro de ciencia y tecnología nuclear con un
reactor de investigación en Paraguay.
Rusia y Bolivia firmaron un acuerdo de cooperación
nuclear en
octubre de 2015 con miras a posiblemente construir una planta de energía
nuclear rusa en el país.
Se anunciaron
planes para un Centro de Tecnología Nuclear de $ 300 millones, que se
construirá en Al Alto, a 4.000 metros sobre el nivel del mar.
La primera fase
del centro, que estará equipada con un reactor y una instalación gamma
experimental multipropósito, un complejo radiofarmacológico ciclotrónico,
estructuras de ingeniería y varios laboratorios, se completó este verano.
En ese momento,
el ministro de Energía boliviano, Rafael Alarcón, dijo que Bolivia estaba lista
para considerar nuevos proyectos nucleares en cooperación con Rusia.
Rosatom y el
Ministerio de Energía de Bolivia también tienen la intención de explorar
oportunidades para el trabajo conjunto en la exploración y desarrollo de
depósitos de litio y minería y producción en Bolivia.
Aunque Venezuela
operaba un pequeño reactor de investigación (3 MW) entre 1960 y 1994, el país
no tiene ninguna central nuclear civil.
Venezuela firmó
un acuerdo de cooperación nuclear civil con Rusia en noviembre de 2008 y otros
acuerdos nucleares en abril y octubre de 2010.
Sin embargo, los
planes para la construcción de la planta de energía nuclear se archivaron en
2011 después del accidente en Fukushima Daiichi en Japón.
La energía
nuclear en América Latina está dominada actualmente por Argentina, Brasil y
México.
Pero hay otras
naciones, incluyendo Chile, Bolivia, Venezuela y Paraguay, considerando la
construcción nuclear civil, estos planes están en una etapa temprana.
Así, así Rusia
viene implementando una carpeta que pretende expandir fuertemente, hacia América
Latina, sus intereses en el campo de la energía nuclear.
En este
panorama, Argentina, líder en medicina nuclear, compite con rusia en producción
de radioisótopos en la región. Allí, Rosatom ha planteado en un memorando de
entendimiento una central nuclear flotante, dada la capacidad de Argentina para la construcción de barcos. De
esta manera, Rusia prevé proveer la parte nuclear para que la planta pueda
utilizarse en diferentes países de América Latina con la finalidad de proveer
de energía eléctrica a ciudades costeras.
A su vez, Brasil
está en pleno crecimiento, y rusia, de acuerdo a Rosatom, les provee
semanalmente de radioisótopos para uso medicinal. Mientras que ya ha comenzado
la exportación de cesio, muy útil en el tratamiento de cáncer de próstata.
Por su parte
Rosatom ha avanzando mucho con la ABEN (Agencia Boliviana de Energía Nuclear),
su socio en Bolivia, cumpliendo un contrato que incluye un reactor de
investigación, un ciclotrón, cámara gama y una instalación multifuncional de
irradiación que puede usarse para esterilización, tanto de alimentos como para
mejorar la calidad de algunos materiales. Este contrato incluye un programa
amplio de capacitación, con estudios en Rusia y conferencias de especialistas
rusos en Bolivia. Todo a fin de preparar especialistas en todas áreas
requeridas para operar el centro nuclear.
En el caso
brasileño del Angra III, Rosatom de Rusia está esperando una decisión final
sobre quién se hará cargo de la finalización. Siendo Brasil uno de los
principales clientes de Rosatom, ya que esta les provee de radioisótopos de
iodo y molibdeno y comenzamos a venderles cesio y algunos radioisótopos para
uso industrial, no sólo medicinal. En un desarrollo intenso del mercado;
buscando no solo ser proveedores, sino alguna forma de asociación para producir
radiofármacos.
De manera que el
paso siguiente será es incursionar en reactores de investigación, como otro
ciclotrón, que ya lo tiene y que produce radiofármacos.
En cuanto al
Perú, Rosatom ya construyó un centro de irradiación con fuentes gama en la
década del ´90. Al haber dado buenos resultados, Perú está buscando construir
uno más. Pues el que actualmente existe lo usan principalmente para vegetales y
para pescado. Es un centro multifuncional que tiene muchos clientes y les ayuda
en la producción agrícola.
En el caso de
Cuba, Rosatom está intentando un joint venture para irradiación de productos
agrícolas y frutas.
Asimismo,
Rosatom está iniciando conversaciones con Ecuador, ya que este es un país muy
activo en el Organismo Internacional de Energía Atómica. Participan en
programas técnicos para preparar al país en el uso de tecnología nuclear en
medicina y en la agricultura, redactando leyes...
Por otra parte,
en México, Rosatom ha ganado la licitación para ser proveedor del total del
uranio enriquecido para la central nuclear de Laguna Verde.
Otros países
como Panamá y República Dominicana están en su carpeta. Mientras que, en Nicaragua,
interesada en desarrollar su sector de medicina nuclear, existen aproximaciones con Rosatom. Para estos
países, el interés está centrado en medicina nuclear y agricultura porque ya
tienen su sistema eléctrico organizado y no son tan grandes como para necesitar
construir centrales nucleares.
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